El desempleo en España con un 24,6% y un alto índice de personas en una situación de desempleo de larga duración lleva a algunas personas que inicialmente no tienen un marcado perfil emprendedor o, que simplemente no lo han valorado nunca, a intentar iniciar una nueva actividad empresarial, según datos de 2012.
Desde las diferentes administraciones públicas y otras entidades se están promoviendo iniciativas y modificando leyes para motivar y facilitar la iniciativa emprendedora. Entre otras equiparar a autónomos/as a otro tipo de empresas como las S.L. de forma que no se tenga que responder con sus bienes en el caso de fracaso empresarial.
Las diferentes administraciones apuestan por las personas emprendedoras como motores de la generación de empleo, por lo que se está trabajando en nuevas fórmulas de motivación. En concreto en España se espera que la prometida nueva "ley del emprendedor" dinamice y facilite la creación de nuevas empresas y por lo tanto la generación de empleo.
Además la situación económica actual no solo dificulta la incorporación al mercado laboral sino que además está expulsando, de forma continua, a trabajadores y trabajadoras por cuenta ajena. Algo que se complica aún mucho más en colectivos en riesgo de exclusión como los jóvenes menores de 30 años, la población extranjera, las mujeres, las personas con discapacidad y los mayores de 45 años.
La figura del emprendedor juega un papel fundamental como impulsor en la reactivación de la economía. Emprender es el proceso dinámico de crear un nuevo proyecto empresarial, haciendo falta una persona con capacidades, una idea y un desarrollo de la misma.
Pero lo cierto es que todos los datos apuntan a que España está a la cola del emprendimiento y los negocios de autoempleo de Europa. Los principales problemas con los que se encuentran a la hora de emprender son:
§ Necesidad de financiación para el comienzo de su actividad.
§ El escaso conocimiento y formación en cuanto a la puesta en marcha de un proyecto empresarial.
§ Pocos servicios de mayor valor añadido para las fases de creación de empresas y consolidación empresarial.
§ Miedo al fracaso y la soledad.
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